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os humanos podrían aprender algunas cosas de los buitres de Mallorca. Esta ave de gran tamaño, a menudo símbolo de muerte inminente o miedo en películas y dibujos animados clásicos, divide las responsabilidades de crianza de 50 a 50 entre la especie masculina y la hembra. Según Pep Tapia, coordinador del programa para la conservación del buitre negro del Fundación Vida Silvestre Mediterránea, las aves, que suelen tener pareja durante toda la vida, cuidan por igual a la cría durante cinco meses antes de que vuele para empezar su propia vida, y luego vuelven a ella y se reproducen año tras año, durante un período de 25 a 30 años, según las circunstancias. El buitre negro es originario de Mallorca desde hace más de 5,2 millones de años. Es la única isla donde se encuentran estas aves y donde se pueden ver volar sobre el agua y la tierra. Los buitres solían alimentarse aquí de una especie de cabra baja y gorda, hasta que los humanos la cazaron en exceso, dejando a los buitres hambrientos e inclinados a buscar nuevas tierras. En 1986, se registraron veinte buitres negros en Mallorca. En la actualidad, señala Pep, hay unos 400 buitres salvajes en Mallorca volando libremente por las montañas de Tramuntana. Se trata de un enorme esfuerzo de conservación, pero aún queda mucho por hacer.