M
ientras conducía por la isla, es posible que haya pasado por estos árboles sin pensarlos dos veces. Un tronco fuerte y un denso follaje siempre verde, adornado con largas vainas de color marrón oscuro que cuelgan como adornos. El algarrobo, conocido localmente como «garrova», es un elemento integral del paisaje de Mallorca. Valorado no solo por su adaptabilidad al terreno seco y al clima mediterráneo, sino también por su versatilidad, el algarrobo ha dejado una huella en el patrimonio agrícola y culinario de la isla.
El algarrobo, originario de la región mediterránea, tiene raíces profundas en la historia y la cultura mallorquinas. Tradicionalmente, sus vainas eran una fuente vital de alimento en tiempos de escasez, ya que proporcionaban alimento al ganado. La naturaleza resiliente del árbol lo convertía en un cultivo fiable, especialmente en las regiones más secas de la isla. Hoy en día, la algarroba encuentra una nueva vida en la cocina moderna y las prácticas sostenibles, ya que desempeña un papel importante en la agricultura de Mallorca. Los algarrobos contribuyen a la conservación del suelo y previenen la erosión, lo que contribuye a la salud ambiental de la isla. Los agricultores valoran el algarrobo por su bajo mantenimiento y sus cualidades de resistencia a la sequía. La creciente demanda de productos naturales y saludables en los últimos años está despertando un interés renovado por el cultivo y el potencial económico de la algarroba, incluso a nivel mundial.