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La fascinante historia de Mallorca se puede vivir a través de sus hitos arquitectónicos y joyas históricas. Vaya más allá de las playas y sumérjase en el pasado estratificado de la isla, que va de los romanos a los moros, del gótico al renacimiento, con piezas contemporáneas vinculadas a los elementos. Todo esto se puede hacer en un día. Quizás sea mejor empezar por el castillo de Bellver y luego conducir hasta Palma de Mallorca para explorar los otros cuatro sitios del centro de la ciudad. Cada punto de referencia es inspirador y permite apreciar aún más este lugar único, por lo que recomendamos encarecidamente lo siguiente cuando visite Palma:
La Seu
La catedral de La Seu, una impresionante obra maestra encaramada en un terraplén cerca de la bahía de Palma, es un testimonio de la importancia y el poder de Mallorca. La construcción de la catedral de Palma abarca siglos, comenzó en el siglo XIII y evolucionó a través de varios estilos arquitectónicos. Este impresionante edificio fue construido originalmente en estilo gótico catalán, caracterizado por sus altos techos abovedados y sus intrincadas tallas en piedra, y alcanzó su punto máximo en el siglo XIV. Los siglos siguientes fueron testigos de la incorporación de elementos de los estilos renacentista y barroco, que impartieron una mezcla única de influencias artísticas a esta icónica estructura. Lo más destacado de cualquier visita es el espectacular retablo del artista mallorquín Miguel Barceló, instalado en 2007. Es una fascinante reinterpretación contemporánea del milagro bíblico de los panes y los peces que adornan la capilla de la catedral. Su obra, que presenta un mar ondulado de baldosas cerámicas de colores vivos, constituye una fusión profunda del arte moderno y la tradición sagrada, lo que eleva la importancia cultural de la catedral y la convierte en un símbolo perdurable de la innovación artística en esta histórica joya española.
Palacio de la Almudaina
El Palacio de la Almudaina, ubicado a lo largo del puerto de Palma de Mallorca, se construyó originalmente como una fortaleza árabe durante el dominio islámico en el siglo X. Posteriormente, el palacio sufrió importantes transformaciones bajo el gobierno de varios gobernantes, incluida la monarquía catalano-aragonesa. Esta fascinante mezcla de estilos arquitectónicos, desde el morisco hasta el gótico y el renacentista, es otra representación visual de la diversa influencia cultural de Mallorca a lo largo de los siglos. Explore los impresionantes patios, los grandes salones y los hermosos jardines bien cuidados, mientras disfruta de las vistas panorámicas de la bahía de Palma desde sus murallas fortificadas. El palacio real sigue siendo la residencia oficial del rey y la reina de España cuando visitan la isla.
Castillo de Bellver
El castillo de Bellver se alza sobre la costa suroeste de Mallorca, un recordatorio del pasado devastado por la guerra de la isla y un ejemplo de su rica historia e importancia cultural. Construida en el siglo XIV, esta fortaleza circular es un ejemplo único de arquitectura militar de estilo gótico en España, lo que la convierte en un hito arquitectónico notable. Lo que distingue al castillo de Bellver es su distintivo diseño circular, una rareza entre los castillos europeos, y su papel como símbolo de la historia de Mallorca. A lo largo de los siglos, ha servido para varios propósitos, incluso como residencia real y prisión militar. Explore sus cámaras medievales bien conservadas, admire una cautivadora colección de artefactos históricos y pasee por sus hermosos patios. Dé un paseo por el parque de Bellver, justo debajo del castillo, que serpentea hasta el barrio de El Terreno. La vista de la bahía de Palma también es impresionante.
Baños árabes
Los baños árabes, que datan del siglo X, durante el dominio árabe de Mallorca, son un testimonio del importante legado cultural del dominio árabe en Mallorca. Con arcos de herradura, techos abovedados y columnas meticulosamente diseñadas, los visitantes pueden explorar estos baños extraordinariamente conservados, que constan de tres cámaras principales: la cámara fría (frigidarium), la habitación cálida (tepidarium) y la sala caliente (caldarium), todas diseñadas ingeniosamente para relajarse y socializar. Lo que hace que estos baños sean particularmente interesantes es la fusión de influencias arquitectónicas moriscas y romanas, la atmósfera serena que aún impregna el sitio y la oportunidad de sumergirse en la fascinante historia del diverso patrimonio cultural de Mallorca. El sitio está bien cuidado, con un jardín mediterráneo salvaje y es un santuario en el corazón de la ciudad.
La Llotja
Situada en el casco antiguo de Palma, cerca del palacio y la catedral de la Almudaina, La Llotja es un encantador edificio de estilo gótico tardío que sirvió como bolsa de productos básicos durante la próspera era mercantil del siglo XV. El exterior de este sitio histórico es absolutamente impresionante, con motivos marinos tallados en piedra, que son un testimonio de la profunda conexión de la isla con el mar. Fue diseñado por Guillem Sagrera y construido entre 1420 y 1452. El edificio presenta una impresionante arquitectura gótica, que se caracteriza por su fachada ornamentada, dos torretas e intrincadas tallas de piedra. Sus altísimas columnas y bóvedas de crucería en el interior crean una sensación de grandeza. Uno puede imaginarse a los comerciantes que pasaban por los pasillos de este edificio y las historias que se contaban. La sala principal, adornada con intrincados frescos, es particularmente impresionante. Además, el edificio suele albergar exposiciones de arte y eventos culturales, lo que lo convierte en un centro tanto para los entusiastas de la historia como para los amantes del arte contemporáneo.